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La salud al volante

El pasado 7 de abril se celebró el Día Mundial de la Salud, una fecha que coincide con la fundación de la Organización Mundial de la Salud y que se centra en los desafíos que la salud plantea en la actualidad para construir un mundo más justo, equitativo y saludable.

Los accidentes de tráfico son un problema de salud pública de primer orden y sin embargo existe escasa conciencia social del problema. Así que en este post vamos a poner nuestro granito de arena: te contamos los aspectos relacionados con la salud que debes tener en cuenta cuando te sientes al volante.

Cinco cuestiones de salud al volante

  1. Hay que cuidar la visión: 

El 90% de la información que recibe un conductor es a través de la vista. Es importante revisar la visión anualmente o si notas que ha empeorado. Según el caso, puede ser que necesites llevar gafas, evitar conducir de noche, etc.

2. Ojo con los medicamentos:

Siempre hay que leer los prospectos de toda la medicación que estés tomando y atender también al envase, porque si aparece dibujado el pictograma de un automóvil en un triángulo rojo de peligro, te estará alertando de posibles efectos secundarios de este medicamento al volante. Algunos medicamentos, incluso aunque no precisen receta, pueden deteriorar la capacidad de conducir.

Bodegón de medicamentos con pictograma

3. Enfermedades que impiden conducir:

Si tienes alguna enfermedad, pregúntale a tu médico si puedes conducir. Por ejemplo, la apnea del sueño, diabetes, algunas patologías cardíacas, enfermedades neurológicas, depresión, y también otras en apariencia inocuas, como las alergias. Así tu médico podrá recetarte medicamentos que no interfieran en la conducción o valorar la posibilidad de que no conduzcas mientras superas la enfermedad.

4. Hay que ir seguros:

Revisa de forma regular los elementos de seguridad de tu vehículo y utilízalos de manera correcta: cinturones de seguridad, sistemas de retención infantil (SRI), cascos en la moto… Si un testigo te avisa de un funcionamiento anormal de cualquier elemento de seguridad, como airbag, ASR, ABS… lleva tu coche a revisión. Estos elementos son fundamentales para evitar accidentes y para que, en caso de producirse, las lesiones sean lo menos grave posible.

5. Ayudas para conducir 

Si tienes problemas para manejar algún mando de tu vehículo, por ejemplo por problemas de movilidad articular, puedes consultar con un centro de reconocimiento de conductores la posibilidad de adaptar tu vehículo para facilitar una conducción más cómoda y segura.

Y un bonus 😉

Cuando vayas a conducir, no bebas alcohol ni consumas drogas. El alcohol, entre otras cosas, ralentiza la capacidad de reacción y dificulta la concentración, generando somnolencia, fatiga muscular y problemas para coordinar y percibir; las drogas pueden provocar mil efectos nocivos de cara a conducir: distorsión de la percepción, sobreestimulación, agresividad, cambios de humor, somnolencia, relajación, falta de concentración, alteraciones de los sentidos…

La salud es lo único que importa. Tenlo muy en cuenta cuando utilices tu vehículo.